Propuesta de Roberto Blanco Martín sobre Erantzukizuna en ADI! Bakea

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Martxoak 25, 2015 · 09:01h

Martxoak 25, 2015 · 09:01h

Elkarrizketa: Erantzukizuna

En primer lugar me gustaría hacer una aportación relativa al concepto de "reconocimiento del daño causado". En este importante y sensible asunto, me parece clave llegar a formulaciones precisas de los Geihago Irakurri »conceptos. Y este es un concepto que me parece mal formulado. Desconozco si procede del lenguaje jurídico, pero me parece que es ambiguo. Se puede entender por una parte el concepto de "reconocimiento de haber causado el daño" en el sentido de "confesión de un delito". En este sentido se me plantea la duda de si el reconocimiento del daño no está ya incluido en la confesión del delito, cuando esta se produce. ¿Es a esto a lo que nos referimos? Si hablamos específicamente del daño y no de la comisión del delito, ¿tiene sentido plantear que una persona confiese el delito sin asumir con ello el haber causado el daño? Me parece que son inseparables. Si por ejemplo, un condenado perteneciente a ETA confiesa un delito, automáticamente debería considerarse que está asumiendo la autoría del daño, ya que el daño es incontestable y objetivo, no es objeto de valoración. Si no lo confiesa, estaremos hablando de que lo que hace falta es que confiese el delito, junto con el daño que es inseparable del mismo. No obstante, intuyo que habitualmente, en la prensa o en otros ámbitos, se maneja el concepto "reconocimiento del daño" con otros sentidos más abstractos, como equivalente (mal formulado)de "reconocimiento de la inadecuación / desproporción / inmoralidad / injustificación / inmerecimiento del daño" o "manifestación de la empatía con el dolor de la víctima". Lo primero me parece una formulación más adecuada, si este es el sentido que se pretende, -y entiendo que precisamente por la dificultad de expresar el concepto de manera breve y precisa, es de donde viene este uso tan habitual de esta expresión inexacta o incoherente- mientras que en el segundo caso, el del reconocimiento del dolor, se vuelve a dar una situación incongruente, ya que el dolor de la víctima o bien es una consecuencia aparejada al "daño" y por tanto al "delito", y se reconoce junto con el mismo, o bien es algo con lo que, si el acusado empatiza, lo hará desde una perspectiva emocional y por tanto ajena a su control racional, y no exigible desde un punto de vista jurídico ni moral. A falta de una explicación mejor de por qué se usa ese controvertido y ambiguo término, creo que debo recomendar (desde mi condición de no experto en lingüística, por supuesto) que no se use en el ámbito político/parlamentario y que se recomiende alguna otra alternativa a los medios de comunicación, como "reconocimiento de la injusticia" o "reconocimiento del delito", dependiendo de lo que se pretenda expresar. « Gutxiago irakurri

Roberto Blanco Martín Ahora que ya he visto publicada mi aportación, y he de decir que en los últimos meses ya he escuchado con más frecuencia la expresión 'reconocimiento Geihago Irakurri »del daño injusto causado' y he comprobado que esta precisión ya se venía haciendo desde hace un tiempo, aunque ahora ya se hace de forma más habitual. En resumen, me parece importante distinguir entre confesar un delito y asumir la injusticia del mismo. « Gutxiago irakurri
Martxoak 25, 2015 · 13:32h

Roberto Blanco Martín

Roberto Blanco Martín Sobre asunción de responsabilidades, de cara a los próximos años (16-20). Debiera ser posible que los diferentes sectores sociopolíticos asuman detalladamente Geihago Irakurri »el grado de implicación en los conflictos políticos, sociales y violentos que se han dado en Euskadi. El análisis debería hacerse de manera científica y ponderando de manera objetiva los mecanismos psicosociales y políticos según los cuales cada sector de esta sociedad ha tenido influencia en el desarrollo de los diferentes conflictos. Las dos grandes tradiciones nacionalistas de distinto signo deberán hacer un repaso detallado y serio de todos los errores que ha habido en la minusvaloración del diferente, para lo cual quizá haya que retrotraerse al menos un siglo y medio, si tenemos en cuenta la agresividad de determinados posicionamientos o estrategias ideológicas originarias del nacionalismo vasco, o más tiempo aún, si tenemos por ejemplo en cuenta la discriminación lingüística hacia el euskera, desde las posiciones opuestas. No obstante es evidente para todos que la principal asunción de responsabilidades debe partir del análisis de cómo llegó la violencia a asumirse como herramienta política válida, algo que desde la perspectiva ampliamente mayoritaria de hoy puede incluso resultar difícil de entender. « Gutxiago irakurri
Apirilak 12, 2016 · 13:21h

Roberto Blanco Martín